lunes, 21 de enero de 2008

ESPERANDO EL ÓMNIBUS.

ESPERANDO EL ÓMNIBUS.


Tenía que ir al Banco. El calor bochornoso no prometía sufrimiento durante el viaje en ómnibus y aseguraba la compensación a 22º centígrados gracias a que las máquinas electrónicas por encima de esa temperatura pueden fallar. Inútilmente me bañé con jabón, la ducha no alcanzaba a diluir el calor corporal mezclado con aceite. Gracias a la ropa oriental en 2 cuadras transpiraba como animal. Al fin la sombra de la parada. Un inquieto señor con pinta de botón de civil o de plancha reformado caminaba y hablaba con la Sra. Sentada en el muro. Dos perros entre la gente deambulaban sin cerrar la boca ni esconder la lengua. Ómnibus ni para muestra, decido ir a sentarme. Y me senté en el banco y me paré rapidísimo como quien se quema. Me quemé con el metal de ese mal pensado asiento. Ahora me percato porque una muchacha, un joven y una señora con su hijo permanecían parados. Los perros se acercaban al niño y la madre los corría. Uno de ellos marrón obscuro de cruzas varias. La perra color beige, pelo corto, belfos rosados, alta y de porte seguro. Me le acerco le muestro mi mano, no me atiende, insisto y al final olfatea, otra cosa la distrae. El tipo-botón asegura que están perdidos, que después de los cohetes de la fiestas los perros se pierden, la Sra. Del muro asevera la precaución de darles un sedante y ponerle algodón en las orejas y yo digo que para los perros los estallidos de los fuegos les molesta terriblemente, mucho mas que a nosotros. Y el tipo dice que no hace mucho que están perdidos, ya que la perra está cuidada, que si que se perdieron en las fiestas. A lo mejor recién salieron de la casa dijo la Sra. Del muro. Digo yo que tal vez acompañaron a alguno de los que esperábamos en la parada. No, no, dijo el tipo: esos perros se escaparon cuando los cohetes de las fiestas. A esta altura o el tipo era muy insistente o el ómnibus demoraba demasiado. La perra se acercaba reiteradamente al niño y se dejaba tocar sin el recelo que puso conmigo. Me arrimo al cordón para mirar a lo lejos por el ómnibus y me quedo al lado de la madre del niño. Le pregunto: “Esa perra es de ustedes” “Si, dice ella, siempre nos acompaña a la parada.

¡¡Cuales serán los vericuetos mentales y sociales que nos hacen especular sin fundamento!! En estos menesteres llegamos a pasar horas estimando como algo es, a partir de un hecho que vemos.
Llevando éste esquema particular de especulación a lo general, es una mala costumbre, sus resultados son confusiones, interpretaciones erróneas, peleas familiares o laborales, pérdida de Amigos. Sí, muy poco positivo sale de Especulación aderezada con Imaginación. Éste cuento es uno de los resultados.

Albertico.
08/01/2008.



*Por el uso en otros foros de este cuento comunicarse con http://www.blogger.com/alberto3alberto@gmail.com%20 este pedido se refiere a mi interés en saber donde se usa y quien, mas o menos como cuando uno desea saber en que están sus hijos, gracias*

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